El día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, está a la vuelta de la esquina. En esta fecha, se conmemora la lucha por el derecho de todas las mujeres a ocupar un espacio en la sociedad, en plena igualdad con los hombres.
Como casi todos podemos recordar, hace unos años este día se llamaba “Día de la Mujer Trabajadora”, en referencia a la reivindicación de las primeras mujeres que, trabajando en condiciones muy precarias en las fábricas de la Unión Soviética, y siendo discriminadas, con peores condiciones laborales que sus compañeros hombres (contratación, salarios, no reconocimiento de sus derechos, abusos etc.), empezaron a realizar huelgas, paros, y otras acciones para visibilizar su situación. Así surgió la instauración de esta fecha conmemorativa. La Organización de Naciones Unidas reconoció posteriormente la relevancia de este día, que lleva ya 112 años celebrándose.
Fue también un 8 de marzo cuando las mujeres pudieron, por primera vez en España, acceder a la universidad en igualdad de condiciones que los hombres. Es decir, se les reconocía el derecho de hacerlo sin ponerles impedimentos para cursar únicamente determinados estudios considerados adecuados para ellas (maestra, filósofa, enfermera). O sin necesitar permisos especiales de un hombre (su padre, el rector etc.), quienes podían negarse. Posteriormente, volverían a ver sus derechos restringidos con la llegada de la dictadura.
Es por todo ello, por lo que la conmemoración del 8 de marzo tiene un especial significado y relevancia en el ámbito del empleo y de las organizaciones, dadas las trabas impuestas a las mujeres para acceder al empleo, históricamente. No obstante, los actos para visibilizar las desigualdades existentes, y la reivindicación de las mejoras que aún quedan por conseguir, se llevan a cabo en todos los ámbitos. Educación, sanidad, justicia, empleo, legislación, protección y prevención contra la violencia de género, y contra la socialización diferenciada, en los medios de comunicación, la publicidad, el arte, etc.
La desigualdad se reproduce de forma homogénea en todos los ámbitos de la vida. Pero el empleo es un pilar básico para la consecución de la autonomía de las personas (económica, social, psicológica y emocional). La carencia de un trabajo digno es la fuente de muchas otras desigualdades, y supone un factor claro de desprotección frente a la violencia de género, la enfermedad, y la pobreza, entre otras circunstancias adversas que sufren con especial virulencia las mujeres.
Por otra parte, la escasez de talento femenino en las empresas es un factor que incide negativamente en los resultados empresariales. Ningún pilar de una sociedad puede funcionar dejando al margen, o despreocupándose, de los intereses del 50% de sus integrantes, que son valiosos recursos.
Por ello, la responsabilidad de las empresas es particularmente relevante en esta lucha. La de asegurar la igualdad de oportunidades de las mujeres para acceder al empleo, desarrollarse profesionalmente, conciliar la vida profesional, personal y familiar, formarse, estar protegidas de los riesgos en el trabajo. En definitiva, para participar plenamente del empleo, sin excepciones.
Desde Better Value HR queremos proponeros 6 medidas para conmemorar el 8 de marzo en las empresas, contribuyendo así al desarrollo de la igualdad de oportunidades en vuestra organización:
1 » Acciones de sensibilización contra la discriminación por razón de sexo.
2» Espacios de encuentro entre dirección y plantilla.
3» Información sobre las medidas de conciliación implantadas en la empresa.
4» Formación para la prevención del acoso sexual y acoso por razón de sexo.
5» Difusión de los protocolos existentes para la prevención del acoso sexual y acoso por razón de sexo.
6» Campañas informativas, con perspectiva de género, sobre programas y sistemas de desarrollo y promoción profesional dentro de la organización.
Las, y los profesionales en materia de Igualdad sabemos que conseguir la plena igualdad real es una carrera de fondo, no una reivindicación puntual una vez al año. Los valores que determinan la adhesión a políticas igualitarias en las organizaciones se demuestran cada día. De forma transversal, en la planificación y organización al más alto nivel, necesitan del compromiso más absoluto por parte de la Dirección de cada empresa.
Sin embargo, y como parte de ese compromiso, son necesarios esfuerzos que aprovechen el empuje social que fechas como el 8-M despiertan. Así, llevar a cabo acciones de información, sensibilización y difusión en los propios centros de trabajo, entre la plantilla, contribuye al cambio positivo que queremos conseguir en la sociedad.
Para conseguir un impacto positivo real, es necesario contar con personas expertas en el ámbito de la igualdad de género en las organizaciones, internas o externas. Es fundamental que tengan, tanto la experiencia en la gestión de personas en las organizaciones, como un conocimiento profundo de la realidad y la normativa en materia de igualdad en nuestro país. Esto asegura, además, estar al día en las responsabilidades y obligaciones en materia de cumplimiento legal.
En Better Value HR, te ofrecemos el asesoramiento necesario para llevar a cabo tanto medidas específicas, y concretas (eventos, formación, acciones de sensibilización, encuentros), así como proyectos generales (diseño y gestión del Plan de Igualdad, Auditorías Retributivas, estudios de brecha salarial etc.) en el área específica de Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, de gran valor e interés para las empresas.
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